La compañía a bordo de uno de los drakkar Ravencroft persiguió hacia el norte a los barcos kvaldir, hasta llegar al mar del norte entre el Glaciar de Corona de Hielo y el Desembarco de Hrothgar. La espesa bruma no presagiaba nada bueno y pese a la destreza de los hombres del norte como marineros los Kvaldir habían desaparecido en el horizonte.
La flota Ravencroft, comenzo a rastrear la bruma, el barco de la compañia se dirigia cauto al norte hasta que varias barcazas kvaldir se interpusieron a su paso... ¡Era una trampa!, una inmensa flota de barcos Kvaldir se interponian en alta mar, encabezados por el Kraken, contra los hombres del norte y sus aliados.
Varios drakkar Ravencroft fueron destruidos, las arponeras en ebullición calentaban las gélidas aguas de aquel paraje. Jesabela se puso al mando del drakkar de la compañia, mientras los norteños reparaban y preparaban las amarras, Pinaroth, Hosen, Ronar y los demás tomaron las arponeras a babor y estribor, en la popa y en la proa.
Estaban rodeados, Jesabela decidio que para romper el bloqueo habia que poner a prueba la fortaleza del Drakkar, asi que cargo contra una de las barcazas kvaldir hundiéndola mientras las demás se hundían por la habilidad demostrada de los arponeros de la compañia, pues no habían llegado tan lejos para morir enterrados en las profundidades del mar helado.
Fue entonces cuando el Kraken se hizo presente, una enorme embarcación, la mas grande que ha surcado mar alguno, empequeñecía el drakkar de la compañia, la cual comprendio que esa era una batalla inútil de ganar exponiendo el casco del drakkar.
En un halo de coraje o mas bien de locura, o quizas de ambas cosas, se estrellaron contra el Kraken, hundiendo su embarcación pero pudiendo abordarlo, sin haber hecho mella alguna en su casco.
El Kraken estaba gobernado por cientos de Kvaldir, y su capitán Ojo Negro ordeno acabar con los asaltantes, que se vieron mermados rapidamente hasta quedar rodeados.
Zhuul, Jesabela, Ronar, Pinaroth, Hosen... todos ellos se miraron con complicidad, Ronar dijo que había sido un honor luchar al lado de todos ellos y en ese momento, aparecio el Cuervo Negro, el Drakkar del Jarl Alban Ravencroft, para ayudar a la compañia sorprendiendo a los Kvaldir y asaltando tambien el Kraken.
El combate fue feroz, pero el coraje se impuso y Ojo Negro junto a todos sus esbirros fueron pasto de las algas. La compañia habia cazado al Kraken.
Antes de morir, Ojo Negro reveló a todos que era inútil, que el descendiente de Isen ya estaba en el desembarco de Hrothgar y sería sacrificado para que Isen volviera a la vida, y con el toque de su cuerno los Kvaldir volverían a levantar una y otra vez, hasta apoderarse del norte.
- ¡Yo no lo creo!.- replicaba Hosen, dándole el golpe de gracia a Ojo Negro, el cual moria con una siniestra sonrisa en su rostro.
Alban aseguro la zona, pero no podían esperar. La compañia se dirigio a Horthgar, enfrentándose a los Kvaldir que salian a su paso, mientras que desde la montaña se escuchaban los cánticos previos a la ceremonia del resurgir de Isen.
Ahora cientos de Kvaldir se interponian entre la compañia y Onokmawe, el resto de clanes de los hombres del norte tambien llegaron al Desembarco de Hrothgar; Ravencroft, Hardrada, Valdrada, Solskjaer, etc... todos allanaron el camino de la compañia hacia la cima del monte Hrothgar.
Extasiados pero no rendidos, un hechicero Kvaldir aguardo la llegada de la compañia para disfrutar de la llegada de Isen. La compañia fue rodeada, Onokmawe se postraba de rodillas junto al hechicero.
- Habéis llegado muy lejos.- dijo en la lengua de los hombres del norte.- pero vuestro sacrificio ha sido en vano, Isen vuelve a nosotros, y los Kvaldir reclamaremos el norte.
El hechicero hendió su hoja rúnica en el pecho de Onokmawé, mientras la compañia trataba de impedir que el ritual se completara. Golpeados, aturdidos y derribados, contemplaron como el espectro de Isen manaba de la sangre de Onokmawé, mientras el hechicero y los demás Kvaldir entraban en extasís...
Fué entonces cuando Zhuul, que habia poseido el cuerpo de Rebekka Ravencroft, mostro su verdadera naturaleza y poder, derribando a todos los Kvaldir, y paralizando al hechicero con un extraño cántico trol... sin pensarselo dos veces, Jesabela agarro sus dagas que portaba a su espalda y las hendió en el pecho del hechicero rasgándole entre gritos de dolor, hasta que fue musgo y nieve. El cuerno de Isen, se desplomo contra la nieve y fue recogido por Zhuul, el ritual no había sido completado. Los Kvaldir y la bruma se evaporaron.
Los Hombres del Norte, clamaban victoria. Los miembros de la compañia se felicitaban unos a otros. Zhuul prometio custodiar con su espiritu el cuerno de Isen y devolver a Rebekka su espiritu.
Los Jarl del Norte, recompensaron a los héroes y el Kraken fue llevado a Valgarde como botín de guerra.
La Taberna de Valgarde, vibraba al ritmo de las canciones de los norteños, los rugidos y gritos de victoria, el chocar de las cervezas y las historias de como los heroes del sur habian salvado el norte.
Rebekka volvio poco tiempo después... no recordaba nada de lo ocurrido tras su posesión. El cuerno de Isen, estaba oculto en Zeb'halak, donde el fuego custodio del espiritu de Zhuul lo guardaría para siempre... ¿o no?