La Caza del Kraken (Día 7)

18.01.2014 00:45

LA CAZA DEL KRAKEN

DÍA 7

Reunídos en Komawa la Compañía finalmente consiguió información sobre el descendiente de Isen de manos del Ancestro de la aldea, el cúal no sin antes expulsar a Rebekka de su gran tienda, reveló que Onokmawé, que era el nombre colmillar que le habían dado, estaba en el Puerto Moa'ki.
Antes de partir de Komawa, el ancestro les relato una historia;
 
 
Una Morsa y un Carpintero paseaban por la playa una noche en la que el Sol y la Luna eran visibles.
Llegaron a una cama submarina donde anidaban unas ostras, de las cuales, cuatro de ellas fueron invitadas a unirse a ellos. A pesar de la desaprobación de la venerable ostra, muchas más ostras siguieron a las cuatro primeras. Después de pasear por la playa, la Morsa y el Carpintero se revelan como depredadores y devoran a todas las ostras.
 
Les dijo que si no le encontraban sentido a dicha historia, algún dia lo harían pero que no había tiempo que perder, un gran mal estaba cerca.
 
 
A bordo de una enorme tortuga marina, la Compañía navego hasta el Puerto Moa'ki, había que encontrar a Onokmawé y que este tocará el cuerno de Isen para acabar la maldición, la victoria estaba cerca.
 
Con el trascurso de la travesía marina desde el Fiordo Aquilonal, hasta el Cementerio de Dragones, se hizo la noche. Tiempo después el fuego de las antorchas iluminaba lo que parecía ser el Puerto Moa'ki, el mas importante asentamiento de los Colmillar en Rasganorte.
 
 
Tras descender a tierra, la Compañia se dirigió a la Gran Choza del Ancestro de Moa'ki y líder espiritual de los Colmillar. En ella se estaba debatiendo sobre la guerra, la niebla cubría el mar, el asentamiento de Kashala en la Tundra Boreal, estaba siendo atacado, si Kashala caía los Colmillar lo harían también, era imprescindible mandar a todo soldado dispuesto a dar su vida por la supervivencia de la especie, o vencían o serían totalmente aniquilados, en aquella noche todo Colmillar se enfrentaba a su extinción.
La Compañia fue recibida con un silencio entre la algarabía...
 
- ¡Son ellos! .- decían algunas voces.
- ¡Es la profecía!.- decían otras.
 
La Compañía se quedo atónita ante el silencio.
 
 
El Gran Ancestro de Moa'ki se dirigió a la Compañía explicando su situación, Ronar demandaba mas cerveza, mientras que Jesabela quería saber que era eso de la Profecía y Garron pregunto por Onokmawé, contando a todos los presentes el porque estaban allí, pero el Gran Ancestro ya lo sabía, todo Colmillar presente ya lo sabía, habían venido a por Onokmawé para que este tocara el cuerno de Isen, solo así podrían acabar con los Kvaldir.
La profecía decia que trece guerreros extranjeros vendrían en el momento de más necesidad para acabar con el enemigo e impedir la anquilación total.
La Compañia se quedo atónita, el Gran Ancestro les dijo que Onokmawé estaba en Kashala luchando junto a los Colmillar para derrotar a los Kvaldir y que era menester de que partieran cuanto antes para enfrentarse a su destino. 
 
Decenas de voluntarios acompañaron a la Compañía que era vitoreada por todo Colmillar como héroes. Aún sorprendidos, mientras que Ronar gozaba de las lides de su recién adquirida popularidad, montaron en otra gran tortuga junto a los soldados de refuerzo Colmillar que iban a enfrentarse a los Kvaldir en Kashala.
 
La suerte estaba hechada.
 
 
Horas después llegaron a las cercanías de Kashala, la niebla se había apoderado de las playas, decenas de Drakkars Kvaldirs la habían tomado, y cientos de Kvaldir descendian de estos, enfrentandose a los defensores Colmillar.
 
La gran batalla estaba servida, la Compañia trataba de avanzar a duras penas entre Kvaldirs, buscando a Onokmawé, entre el sonido de las lanzas y arpones chocando entre sí, en mitad del caos que la guerra producía.
 
Garron, Jesabela, Zhuul, Ulf, Hosen, Ronar, Remy, Pinaroth... uno a uno fueron enfrentadose en combate y avanzando como podían contra los Kvaldir, jamás habían afrontando fuerzas tan númerosas. Ni siquiera las trampas de arpones de los Colmillar pudieron detener el avance de los Kvaldir que tenían ordenado no retroceder.
 
El blanco color de la nieve, iba teñiéndose poco a poco de rojo. Pese a que los Colmillar luchaban bravamente, los Kvaldir parecían irreductibles, cuando unos morian deshaciendose entre algas y demás porquerías marinas, otros ocupaban su lugar, eran incontenibles.
 
 
La compañia estaba exhausta, el fragor de la batalla no deparaba nada bueno, los Colmillar que habían acompañado a la Compañia, caían uno tras otro ante la marabunta del terror marino Kvaldir. 
Casi al final de la playa un enorme Kvaldir, se estaba enfrentando a varios Hombres del Norte, despedazándolos, se dio a conocer como el Jarl Virgsson "Señor de la Bruma", en su mano derecha un enorme sable y en su mano izquierda otro de los cuernos de Isen, con el cual invocaba la bruma y levanta a los Kvaldir caídos. 
Zhuul dijo que si no acababan con el Jarl, Kashala caería, y el resto de Rasganorte detrás como piezas de dominó. Mientras Virgsson estuviera vivo, los Kvaldir serían incontenibles y la batalla estaría perdida.
 
La Compañia se enfrento al Jarl Virgsson de los Kvaldir, ataque tras ataque, no parecía que hicieran mella en este. 
 
 
Un gran ultimo batallon de Colmillar, viendo que la compañia era derribada por el Jarl Kvaldir salió en auxilio de estos, pero la ira del Jarl era terrible y no tardo en decapitar uno a uno a los Colmillar, derribando también a varios miembros de la Compañia que observaban preocupados, como el resto de Colmillar retrocedia, mientras los Kvaldir clamaban victoria, pero en un ultimo acto heroíco y en un ataque combinado, Zhuul dio un impacto crítico con su daga en el punto débil del Jarl, partiendo su cuerno en dos, mientras Jesabela cosía al enorme Kvaldir con sus sables y el resto golpeaba con fuerza su cuerpo.
 
En aquel preciso momento, el resultado de la batalla cambio drásticamente, los Colmillar que huían desesperanzados volvieron a la batalla, los Kvaldir sin un líder y sin el apoyo de la bruma, hicieron sus cuernos sonar y en ese momento también una pequeña flota de Drakkar del clan Ravencroft, apareció para dar caza a los Drakkar Kvaldir.
 
La Compañia había cambiado el destino de Kashala, pero no todo estaba ganado, Onokmawé, habían sido capturado y sin él no habría victoria definitiva. Era el momento de montar sobre uno de los Drakkar Ravencroft y perseguir a los Kvaldir hacía el desembarco de Hrothgar, donde se dirigian. 
 
La Batalla final estaba cerca, vivir o morir no había otro resultado posible y la bruma les esperaba.