El Oro de Jintha'alor

23.11.2013 13:06

EL ORO DE JINTHA'ALOR

El Oro de Jintha'alor fue una campaña de eventos que comenzo el 11 de Noviembre de 2013 y finalizo el día 23 de Noviembre del mismo año. En el participaron las hermandades Sangre, Trol Kalar y se conto con la intervención esporádica de la Dinastía Karling. El evento finalizao con la Batalla del Poblado Sañadientes, que fue en gran parte incendiado y saqueado.

DESARROLLO DEL EVENTO

DÍA 1
 
Antes del desembarco de los Hombres del Norte en Tierras del Interior, Torhild Hardrada y algunos de sus hombres contactaron con la Dinastía Karling en las Tierras Altas, su líder un tal Raynault Karling entablo relaciones amistosas con estos y decidieron emprender una marcha hacía Pico Nidal, estos se muestran reticentes con el asunto del oro, pues lo consideran maldito, pero Torhild piensa que pueden ser una gran ayuda para entrar en Jintha'alor dado el número inmenso de trols que custodián la ciudad.
Mientras tanto en la costa, el Drakkar de los Hombres del Norte, desembarca y comienzan los preparativos del campamento base. Algunos hombres buscan viveres, otros talan madera para levantar barricadas y un grupo de ellos inspecciona la zona.
Al otro lado de la costa, en línea recta, localizamos un poblado de la horda. Usando técnicas de subterfugio entramos por uno de los lados matando a varios guardias y arrojando sus cuerpos posteriormente al mar para que fueran devorados sin dejar pistas. Conseguimos llevarnos algunas cajas de provisiones, gemas preciosas y algunos abalorios.
Emprendimos también una ruta hacía Jintha'alor bajo el amparo de la noche y conseguimos divisar la inmensa ciudad. Junto a la ladera encontramos un lugar por donde reunido todo el contigente de hombres del norte, planeariamos entrar cuando estuvieramos preparados.
De regreso al campamento, Munnin Hardrada llegó desde Pico Nidal, con un mensaje de Torhild para que nos reuníeramos con este al día siguiente allí. La noche estaba siendo tranquila, mas de lo acostumbrado, hasta que una trol penetro en nuestro perímetro, conseguimos acorralarla y golpearla. Normalmente la hubiéramos matado en el acto, pero no parecía una trol normal, así que la apresamos.
Un contigente de trols que parecian no ser hostiles y ser de la misma tribu de la trol apresada se acercó al campamento, parecían querer a nuestra prisionera. Con todos nuestros hombres desperdigados y superados en número, decidimos entregarla y ganar tiempo con ello. Habíamos medido nuestras fuerzas. Al entregar a la trol, todos se retiraron. Parecián provenir del poblado de la horda. Poco a poco, nos fuímos reagrupando y dejando vigías en puntos estratégicos colindantes a nuestro campamento.
El viaje había sido largo y tortuoso, tocaba descansar, ya habíamos vertido bastante sangre por un día... ¿Quién sabe que nos depararía el mañana?

 

DÍA 2

 

El Jarl Erik Hardrada se reunió con Raynault Karling, en Pico Nidal donde ambos hablaron sobre el oro y los trols que lo custodiaban. Raynault prometio que en breve daría una respuesta a Erik y este partió a la espera de recibir noticias hacia el campamento de los Hombre del Norte en la costa.
Vedrfornil Hjorden, guió a un pequeño grupo de hombres del norte, hasta la ruta de la colina hacía la ciudad de Jintha'alor desde donde divisaron la magnitud de aquello que querían emprender y el escaso número de hombres y recursos que tenían para ello.
Al volver al campamento y mientras meditaban con como entrar y una vez dentro, como encontrar el oro de la ciudad y como sacarlo de allí pasando desapercibidos, un estruendo se escucho y fuimos sorprendidos por los trols. Pese a una rápida reacción, fuimos abatidos y heridos siendo superados en número y sin haber previsto grandes defensas. Habíamos subestimado a nuestro enemigo, craso error. 
Acorralados ya y dispuestos a entregar la vida para morir honorablemente y ascender al Valhalla, uno de los trols se adelanto, la situación fue tensa y empezo a dibujar en la tierra. Estaba muy claro lo que querían, y era que nos marcharamos. Erik Hardrada, obcecado con la idea del oro y de vengarse por el ataque sufrido se nego en rotundo, pero finalmente Hela, la Jarl de los Inkjerson intercedio consiguiendo sofocar a todos y diciendo que ya nos vengariamos llegado el momento, pero que era inútil morir por nada. 
Abatidos partimos en el Drakkar y conservamos la vida. Las heridas hacían mella en nosotros y con ello el desconcierto. Nuevos planes habían surgido, la venganza como idea, el oro como el sueño rapido y erróneo para conseguir un destino que ha de ganarse poco a poco, gota a gota de sangre.

 

DÍA 3

 

Tras recuperarse de sus heridas y reunir a toda la expedición el Jarl Erik Hardrada, convoco a un pequeño grupo compuesto por Berthel Valdrada y Agnete Armdahl al frente de otros dos hombres del norte para buscar a Hildegard Valdrada en el antigüo asentamiento y buscar un punto afín a las energias rúnicas para que los Clamavientos invocaran la niebla, niebla que cubriria el la orilla de la costa del Poblado Sañadientes, para asaltarlo cuando todo estuviera preparado.

El pequeño grupo, partio a la busca de la Jarl del Clan Valdrada, la cual se lamentaba por no haber estado presente durante el ataque trol al asentamiento.
Unida ya la expedición descendieron hacía el Poblado Sañadiente, donde justo antes de llegar y guardando la máxima cautela dos de los Hombres del Norte, cayeron en sendas trampas, colocadas por los trols perdiendo allí la vida. Había que continuar con la misión, extremando la cautela y tratando de rodear el poblado. Pero fueron sorprendidas, Hildegard Valdrada haciendo uso de su mítica espada Turfing derribo a uno de los guardias, ante la impasiva mirada de una enorme trol que los miraba con ira. No pudieron sino escapar de allí con rápidez, consiguiendo subir la ladera de la montaña, mientras los tambores de guerra clamaban y el aliento de los trols los perseguía.
Ocultos, bajo el amparo de la noche consiguieron esconderse el tiempo suficiente como para que Agnete Armdahl encontrara un buen lugar, cargado de energía rúnica para invocar la niebla el día que el ataque se produjera. Señalaron con un simbolo rúnico el lugar y a duras penas consiguieron regresar al islote que servia de nuevo asentamiento.
Una vez allí, informaron al Jarl Hardrada, el cual felicito a la expedición y rubrico con una lapidaria frase... "Habéis sido los heraldos de la niebla que precede a la sangre"
 

DÍA 4

Al día siguiente Hildegard Valdrada encabezo una nueva expedición junto a Agnete Armdhal y Ulf del Clan Ravencroft, para determinar las rutinas y elegir el mejor momento para desatar la niebla en el Poblado Sañadiente, previo al próximo asalto.
Tras pasar varias horas juntos, rodeando el poblado y extremando las precauciones, Agente tuvo una idea. Quitarle a una de las inmesas tortugas de la costa su caparazón y usarlo para rodear el poblado por el fondo marino del mismo, teniendo cuidado con las trampas para cangrejos.
Así pues con aquel plan consiguieron atravesar el poblado sin los problemas que el día anterior tuvieron que padecer. Llegaron a la conclusión que el mismo día del ataque, desde una de las zonas altas que abrazan el poblado, podían desatar el caos arrojando grandes piedras y flechas de fuego, mientras aprovechando la bruma, el drakkar se estampaba contra el puerto.
Pero la cosa no quedo solo en eso, en un arrebato de locura o mas bien de genialidad, pensaron en subir cientos de tortugas gigantes y despeñarlas por la montaña colina abajo contra el poblado, tras las risas, vinieron las miradas complices y regresaron al islote que servía de campamento para iniciar los preparativos.
Quedaba mucho trabajo por hacer, pero el día de la gran batalla estaba mas próximo.

 

DÍA 5

Y llego el día que precedía a la gran batalla, con las heridas aún abiertas, Erik Hardrada se dirigió a todos los Hombres del Norte a bordo del Drakkar.
"El verdadero Oro de Jintha'alor son nuestras tradiciones, nuestras familias, nuestro linaje, hemos pagado con muchas vidas el aprender esta lección y ahora volveremos a nuestros origenes, tomaremos el Poblado Sañadientes y nos vengaremos de los Trols tal y como hacían nuestros padres y los padres de nuestros padres antes de ellos, lucharemos como Hombres del Norte, con honor y coraje, y si la muerte nos alcanza nos veremos en Valhalla.
¡Y  pobre de aquel que no vuelva con sangre de trol en su arma por que os juro que regresare del mismisimo infierno y lo empalare en Valgarde para vergüenza de su clan y de todos los Hombres del Norte!
¡Por la Sangre del Norte! gritad conmigo hijos del norte...
¡SANGRE!"
El Drakkar zarpo acompañado por la niebla rumbo al poblado Sañadientes, los cuernos sonaron y desde lo alto de la montaña rocas y flechas sembraron el caos en el Poblado Sañadientes desconcertando a los trols, mientras el Drakkar de los Hombres del Norte destrozo el malecón del poblado y los Berserker abrieron el camino de la Sangre.
Fugaz y ferozmente, los Hombres del Norte penetraron en el Poblado, una lider de los trols conocida como Mahal replego a los suyos para contener lo incontenible, parecia como si una fuerza de la naturaleza imparable se estrellara contra un muro. El combate fuo arduo entre el Caos, los trols lucharon valientemente pero fueron abatidos.
Ganada ya la batalla, los Hombres del Norte, saquearon gran parte del Poblado y cargaron un gran botín de oro y joyas en el Drakkar, donde aguardaba Alban Ravencroft preparado para partir, antes de que los trols se replegaran.
La venganza se pago con sangre, los trols no lo olvidarian jamás. El Drakkar partio y puso rumbo al islote que servia de asentamiento a los Hombres del Norte.
Allí se preparo un gran festín, la hidromiel fluía, los hombres festejaban y recordaban anécdotas de la batalla, mientras las gaitas y cuernos sonaban y el baile no se hizo esperar.
Hildegard Valdrada, se encargo de recoger el gran botín obtenido, embriagada por la sangre y el oro. Era el momento de recoger el campamento y volver al norte, a Valgarde.
Pero ahí no acabaría la cosa, un grupo de Trols rezagados, habían cogido unas canoas y se habían adentrado en el mar asaltando el Drakkar y la isla, reclamando a su vez también venganza. Combatieron duramente, pero fueron repelidos y devueltos al mar.
Los Hombres del Norte, se hecharon a alta mar, las tradiciones habían vuelto, el espiritu estaba henchido y la sangre aún caliente había sido saciada.
Los bardos cantaran la historia durante generaciones y recordaran a los héroes de las tierras del inteirior, Vedfornil, Astrithr, Hildegard, Erik, Ivar, Festern, Alban, Munnin y tantos otros que habían conseguido ya pasar a la historia.

 

La Batalla del Poblado Sañadientes

Los Hombres del Norte del pacto de Sangre habían llegado a las costas de Tierras del Interior y se asentaron cerca del Poblado Sañadiente, con la intención de robar el oro de Jintha'alor, que según contaba la leyenda era inmenso. 
 
Tras varias incursiones peligrosas no albergaron tal tesoro, pero se encontraron a la tribu Trol Kalar de regreso al asentamiento, los trols sorprendieron a los orgullos guerreros del norte que tuvieron que dejar el asentamiento con varias bajas para regocijo de la tribu Trol, que había expulsado con eficacia al invasor.
 
Los Hombres del Norte regresaron a su Drakkar, y tras varios días planificando una venganza contra los trols decidieron invocar a la bruma para atacar el Poblado Sañadiente y cobrarse con sangre, oro y joyas la afrenta y muertes recibidas.
 
Entrada ya la noche, desde la cima de la montaña que resguarda el Poblado, se precipitaron flechas ígneas, grandes rocas y tortugas gigantes contra el Poblado, sembrando el caos en el mismo.
 
Al mismo tiempo y bajo el sonido de los cuernos y tambores, el Drakkar de los hombres del norte dirigido por Alban Ravencroft se estampaba literalmente contra la construcción portuaria de madera del puerto del Poblado Sañadiente y de él dirigidos por Erik Hardrada y Hildegard Valdrada surgieron los hombres del norte, con sus fieros guerreros berserker en cabeza, arrasando por donde pasaban.
 
La líder del Trol Kalar, Máhal, sorprendida organizo la defensa. Los valientes trols del Trol Kalar y de la Tribu Sañadiente, trataron de contener a los Hombres del Norte, que llenos de sed de sangre y venganza descargaron su ira contra estos.
 
Pese a que el combate fue relativamente corto, la fiereza y bravura mostrada por ambos bandos fue legendaria, hasta que los trols cayeron y los Hombres del Norte del Pacto de Sangre comenzaron a quemar gran parte del Poblado Sañadiente con antorchas incendiarias y a saquear las chozas y construcciones, obteniendo un gran botín de oro y joyas.
 
Los Hombres del Norte, cargaron el botín en el Drakkar y zarparon raudamente, pues su velocidad es parte de su tradicional estrategia en combate. Con medio Poblado Sañadiente en llamas y gran parte de los trol de la tribu tratando de sofocar el incendio y recogiendo cadáveres y heridos, aún hubo un asalto mas que se produjo esta vez en el mar.
 
Una contrapartida de trols montados en Canoas, asaltaron el Drakkar, pero fueron repelidos y devueltos al mar.
 
Los Hombres del Norte, festejaron la victoria y la consecución de su venganza. El Drakkar estaba ya en alta mar, rumbo al Fiordo Aquilonal.
 
 

 

"El verdadero Oro de Jintha'alor son nuestras tradiciones, nuestras familias, nuestro linaje, hemos pagado con muchas vidas el aprender esta lección y ahora volveremos a nuestros origenes, tomaremos el Poblado Sañadientes y nos vengaremos de los Trols tal y como hacían nuestros padres y los padres de nuestros padres antes de ellos, lucharemos como Hombres del Norte, con honor y coraje, y si la muerte nos alcanza nos veremos en Valhalla.
 
¡Y  pobre de aquel que no vuelva con sangre de trol en su arma por que os juro que regresare del mismisimo infierno y lo empalare en Valgarde para vergüenza de su clan y de todos los Hombres del Norte!
 
¡Por la Sangre del Norte! gritad conmigo hijos del norte... ¡SANGRE!"