La Caza del Kraken (Día 3)

29.12.2013 03:06

LA CAZA DEL KRAKEN

Día 3

Tan pronto como llego la tarde, se reunió un nuevo grupo para partir hacía la Drakil'jin y la Isla de la Luna de Sangre. Hombres del norte por un lado, los sureños del Pacto Áureo, y un nuevo grupo de cazatesoros conocidos por Garron y liderados por un tal Pinaroth Thompson. Formando un grupo bastante numeroso, al frente de la expedición se encontraba Zhuul, el espiritu del trol de Zeb'halak.
Al llegar a Drakal'jin tuvieron que tomar una decisión, adentrarse en las catacumbas para llegar a la Isla o atravesar el estrecho marino, en algún tipo de embarcación.
Decidieron no arriesgarse a en las catacumbas y pasadizos, dirigirse hacia la costa y buscar algo con lo que atravesar las aguas y llegar a la Isla, por suerte para ellos, un Drakkar de los hombres del norte, estaba varado en aquellas aguas poco profundas. Hosen distinguio el emblema del clan Ravencroft, se trataba del "Cuervo Negro" la embarcación del Jarl Alban Ravencroft, el padre de Rebekka.
Los Drakkar de los hombres del norte, siempre portaban algunas pequeñas embarcaciones para misiones de exploración o transporte, por alguna razón pensaron que sería buena idea llamar la atención del Drakkar para poder solicitar una de esas embarcaciones y cruzar el estrecho hasta la isla. Por otro lado, si Alban se daba cuenta de que su hija había sido poseida por un espíritu trol de hace miles de años era impredecible su reacción, pero había que jugarsela.
Los hombres del norte del clan ravencroft, reconocieron a los norteños de la compañia, poco tiempo después el propio Jarl Alban se cito con esta, Rebekka o mejor dicho Zhuul, se limito a sonreir y decir a todo si asintiendo con la cabeza, tratando de no meter la pata. El viejo Jarl, no se percato de nada, Garron solicito la ayuda de este y una embarcación para llegar a la isla, a lo que Alban accedio y así la compañia pudo pasar el estrecho.
En la costa, los hombres del norte del Clan Ravencroft se despidieron de la compañia, seguirian intentado dar caza, a aquel fantásmagorico Drakkar de los Kvaldir conocido como "El Kraken" que aparecia y desaparecia con la bruma a su antojo, haciendo que su captura fuera una tarea arto imposible, pero los hombres del norte son conocidos por su testarudez.
La Compañía había llegado a la Isla de Luna de Sangre, donde Zhuul les había dicho que tenían que empezar su busqueda. En la cima de aquel torreon encontrarian lo que habían venido a buscar. La isla estaba abandonada, una gran puerta cerrada impedia al acceso a dicho torreon, pero con un rugido estridente se fue abriendo sin interacción alguna de la compañia.
Sin dudarlo un solo segundo todos entraron sin vacilación
El interior del torreón estaba yermo, lleno de esqueletos, paja y restos putrefactos. Bajo un retrato de alguna mujer norteña, encontraron una mesa donde alguien practicaba algún tipo de alquimia y un enorme caldero con un líquido verde extraño, que decidieron no tocar y mucho menos degustar. Al fondo habia unas escaleras, que la compañia se dispuso a subir.
Subieron y subieron, hasta llegar a una planta donde una espesa bruma cubria aquel enorme habítaculo, sonrisas siniestras emergian de la bruma, la Compañia se puso en guardia, el cuerno estridente que habían oido días atras cuando los Kvaldir atacaron el campamento de la Brigada de los Paramos, volvio a sonar y de la bruma emergieron diez enormes Kvaldir, con arpones y hachas en las manos, cargando ferozmente contra la compañía en un duro combate.
Estos enormes Kvaldir, no tenían nada que ver, con los que habían derrotado con facilidad anteriormente, derribaron a la Compañia, y vendieron cara su espectral presencia, tanto es así que Garron y Jesabela sucumbieron ante los arpones de estos, y el ultimo de los Kvaldir que aún quedaba se marcho con la bruma entre risas agónicas.
Allí postrados en el suelo y arponeados, Garron y Jesabela se debatian entre la vida y la muerte, Zhuul se dio cuenta de que habían sido envenenados, aquellos arpones estaban malditos, el liquido del caldero de la primera planta de la torre podría contener que el veneno se extendiera aplicado en su justa dosis, pero también podría ser mortal o algo mucho pero que la muerte. Zhuul parecia saber mucho mas sobre todo lo que allí pasaba que lo que realmente contaba.
Azekiel, Hosen y Marseline, bajaron raudos a por el caldero y fueron administrando el liquido del mismo a Garron y Jesabela tal y como Zhuul les indicaba. Inexplicablemente, se repusieron casi instantaneamente. Jesabela decía encontrarse mejor que nunca, aunque tardo mucho mas que Garron en recuperarse, a decir verdad la Compañia la daba por perdida ya, pues fue en el ultimo suspiro cuando se recupero.
Quedaba la ultima escalera y la ultima planta, había que alcanzar la cima del torreón.
En la cima hallaron, una extraña plataforma de piedra de una forma circular. Zhuul le dijo a Jesabela que se acercara... por lo visto el veneno del arpón habia calado en ella, y aunque el antidoto funciono en Garron, para Jesabela tendría que ser algo más drástico. Zhuul coloco en una posición determinada a Jesabela en el centro de aquella plataforma circular y la apuñalo por la espalda en el costado ante la atónita mirada del resto. Una extraña sangre manaba de Jesabela y esta empezo a circular en el suelo dibujando un extraño sigilo, el resto de la compañia estaba paralizada sin explicarse lo ocurrido, Zhuul decía que habia purgado su mal y arrastro a Jesabela fuera de la plataforma.
Del sigilo de sangre, una extraña forma cobro vida, una réplica luminosa y oscura de Jesabela con un gran cuerno de corales en su mano, se presento como Isen ante la compañía.
¡Isen el de la leyenda de Djorvar! ¡El portador del Cuerno!
Isen hizo manar la niebla a su alrededor y ataco a la compañia, la cual se aferro como pudo tras el embate de aquel fantasmagorico espectro. Uno a uno , la compañia arremetio contra el espectro, algunos con mas suerte que otros. Isen hizo sonar su cuerno y de el emanaron tempestades que arrastraron y empujaron a varios miembros de la compañia fuera de la torre y sus cuerpos se precipitaron contra el mar. Isen les hizo saber al resto que sus cuerpos se pudririan en las profundidades del mar, donde habita el miedo.
Cada sonar del cuerno algún miembro mas de la compañia era precipitado contra el mar, Jesabela, Zhuul, Hosen, Azekiel...uno tras otro, el rostro oscuro de Isen bajo el aspecto de la sombra de Jesabela parecía disfrutar con una amplia sonrisa desafiante.
Pero el coraje de la compañia supo prevalecer, aferrados a la sus armas consiguieron derrotar a Isen, que en ultima instancia amenazo con que eso no sería el final... y la sombra de Isen se evaporo. Únicamente su cuerno quedo, precipitandose contra el suelo.
Pinaroth Thompson se hizo con él y la compañia se dispuso a rescatar a sus compañeros. Las heridas de aquella noche habían pasado factura, en la embarcación que Alban les había cedido volvieron hacia el interior de las Colinas Pardas, en dirección al Campamento de la Brigada de los Páramos.
Zhuul, tras recuperarse de su caída, insisito a Pinaroth Thompson con que le entregara el cuerno para custodiarlo, a lo que este rehuso, alegando que debía ser estudiado. Zhuul enojado, pero sin poder hacer nada explico a los demás que ese cuerno solo servía para deshacer la maldición y que solo el linaje de Isen podría hacerlo, un descendiente del propio Isen, sangre de su sangre. La amenaza de los Kvaldir se volvería mas fiera que nunca y buscarían el cuerno donde fuera que este estuviera sin descanso alguno.
Por un lado había que buscar al descendiente de Isen y por otro evitar que el cuerno cayerá en manos equivocadas y que los Kvaldir lo recuperasen, pues era lo único que podría acabar con aquella amenaza.
Por su parte, los enanos Barbabronce, el Conclave Donec Sanatore y los Lobos de Velavento, se reunieron en el centro del campamento tras su regreso del Aserradero Cielo Azul, habiendo puesto a salvo dicho enclave.